Awww, casi escribo todo el libro XD
1
“Jace se quedó rígido, y por un momento Maia vio, a través de la expresión de burla al estilo de Daniel, lo que había debajo, y era algo sombrío y cargado de angustia; le recordó mas a sus propios ojos en el espejo que a los de su hermano.”
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“Por que? Ah, por que se había metido Jace en una pelea con una manada de lobos? Que le había llevado a hacer eso? Aunque claro, era Jace. Se metería en una pelea con un camión de gran tonelaje si le venía la gana.”
3
“Simon recordó estar sentado en los escalones del porche de la casa de Luke, observando a Clary mientras ella le explicaba que era Jace y lo que hacia, mientras Jace se examinaba las uñas y mostraba un aire de superioridad. Simon apenas la Había oído. Había estado demasiado ocupado fijándose en como miraba ella al chico rubio con los tatuajes extraños y el hermoso rostro anguloso.
4
“Había una firmeza en su tono, desprovista de ira, que sorprendió a Clary. Parecía mirar mas allá de Maryse, con una luz titilando en sus ojos, como si fuese el reflejo de un fuego. En aquel momento Clary no pudo evitar pensar que se parecía mucho a su padre.”
5
“Magnus se levantó y fue a la ventana. Apartó la cortina, dejando entrar justo la luz suficiente para recortar su perfil aguileño.
–Sangre–dijo, medio para sí–. Tuve un sueño hace dos noches. Vi una ciudad toda de sangre, con torres hechas de hueso, y la sangre corría por las calles como agua.
Simon volvió bruscamente los ojos hacia Jace.
– Se pasa todo el tiempo junto a la ventana farfullando sobre sangre?
–No–contestó Jace–, a veces se sienta en el sofá a hacerlo.”
6
“–Si, claro–se burló Magnus–. Y Madonna me quiere a mí como bailarín de refuerzo en su siguiente gira mundial.
Alec parecía desconcertado.
–Quien es Madonna?”
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“–Di a Isabelle que no.
–Pero ella cree que es buena idea–protestó Alec.
–Entonces dile que no dos veces
Alec puso mala cara
–Que se supone que significa eso?
–Bueno, simplemente que algunas de las ideas de Isabelle son lo mejor del mundo y algunas un total desastre. Recuerdas esa idea que tuyo sobre usar los túneles de metro abandonados para movernos por debajo de la ciudad? Hablemos de ratas gigantes....
–Mejor que no–terció Simon–. Preferiría no hablar de ratas en absoluto, de hecho.”
8
“Había un pequeño cenador de madera erigido sobre el agua, Isabelle estaba sentada en él mirando fijamente al otro lado del lago. Parecía una princesa de un cuento de hadas aguardando en lo alto de su torre a que alguien llegara en caballo y la rescatara.
Aunque el comportamiento tradicional de una princesa no era lo que podía esperarse de Isabelle en absoluto. Ella, con su látigo, botas y cuchillos, haría pedazos a cualquiera que intentara encerrarla en lo alto de una torre, construiría un puente con los restos y se marcharía despreocupadamente hacia la libertad, sin siquiera despeinarse en ningún momento. Por eso costaba que Isabelle cayera bien, aunque Clary lo intentaba.”
9
“–Lo cierto es, Clarissa Morgenstern, que eres precisamente la persona correcta. –Sus ojos centellaron al advertir la inquietud de la muchacha–. Gracias a los cambios que tu padre realizó en ti, no te pareces a ningún otro cazador de sombras. Tus dones son distintos.
–Mis dones?–Clary estaba perpleja.
–El tuyo es el don de las palabras que no pueden pronunciarse–le dijo la reina–, y el de tu hermano es el don del propio Ángel. Vuestro padre se aseguró de ello cuando tu hermano era un niño y antes de que tu siquiera nacieras.”
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“Clary se desplomo en la cama y clavo la mirada en el techo. Estaba tan vacio como había estado la expresión de Jace antes de darle la espalda. Se volvió y advirtió que estaba encima de la camiseta azul. Incluso olía como él, a jabón y humo, y al aroma cúprico de la sangre. Enroscándosela alrededor de ella como una vez cuando era muy pequeña había hecho con su manta favorita, cerró los ojos.”
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“–Por que no me has despertado?
–Pensé que te iría bien el descanso. Además, dormías como un tronco. Incluso babeabas–añadió–sobre mi camiseta.
Clary se llevó rápidamente las manos a la boca.
–Lo siento.
–No se ve a menudo alguien babeando–comentó Jace–especialmente con abandono total. Con la boca bien abierta y todo eso.”
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“–Tengo nauseas.
–Lo se. Es por eso que te he traído hasta aqui. Parecía cono si estuvieses a punto de vomitar en los pies de Raphael.
Ella emitió un gemido quedo.
–Quizá eso le hubiese borrado la sonrisita de la cara– comento Jace, pensativamente.–Es una posibilidad
–Cállate.”
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–Nos vimos obligados a hacer lo que hicimos. No fue para divertirnos o para herirle. Ademas–Añadio, con una sonrisa apenas esbozada–, eres mi hermana.
–No lo digas de ese modo....
–Que,
–No importa cuantas veces lo digas. Seguirá siendo cierto.
–Tampoco importa lo que no me permites decir, eso seguirá siendo cierto también.
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“Pensó en el modo en que el corazón se le había encogido cuando Isabelle le había llamado para decirle que Jace había desaparecido. Había abandonado la casa sin pensárselo, sin un titubeo–. El amor te arrebata la posibilidad de poder elegir.”
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“El amor nos hace mentirosos.”
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“–el daño no es deliberado, por supuesto. Pero eres como yo. Envenenamos y destruimos todo lo que amamos. Existe una razón para eso.
–Que razón?
–Estamos hechos para un propósito más elevado, tú y yo. Las distracciones del mundo son simplemente eso. Distracciones. Si permitimos que estas nos desvíen de nuestros rumbos, somos castigados.
–Y nuestro castigo cae sobre todas las personas que nos importan? Eso parece cruel.
–El destino jamás es justo. Estás atrapado en una corriente mucho más fuerte de lo que tú eres, Jonathan, lucha contra ella y te ahogaras no solo tú sino también aquellos a quienes tratas de salvar. Nada con ella y sobrevivirás.”
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“–Por que tardan tanto las chicas en ducharse?–inquirió–. Chicas mortales cazadoras de sombras hechiceras, todas sois iguales. No me estoy volviendo mas joven aguardando aqui afuera.
Clary se hizo a un lado para dejarle pasar.
–Cuantos años tienes, de todos modos?–Preguntó curiosa.
Magnus le guiño un ojo.
–Yo ya estaba vivo cuando el más Muerto era sólo un lago que se sentía un poco pachucho.
Magnus el hecho con un gesto de las manos.
–Ahora mueve tu pequeño trasero. Tengo que entrar ahí, mi pelo está hecho un desastre.”
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“-Oh, tu sabes. Jace me recuerda a un novio que tuve. Hay chicos que sólo te miran como si quisieran sexo. Jace te mira como si ya hubieran tenido sexo, fue genial y ahora son sólo amigos… incluso si tu quieres algo más. Vuelve locas a las chicas. ¿Entiendes lo que digo?
Sí, pensó Clary.
-No –dijo
-Supongo que tú no lo sientes, siendo su hermana. Tendrás que confiar en mí.”
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“Había alguien en el tejado. Una figura delgada y oscura que se movía velozmente por entre las torrecillas, corriendo como una flecha de un saliente a otro, y se dejaba caer plano al suelo de vez en cuando, para descender lentamente por la increíble pendiente del tejado, alguien de cabellos claros que centellaban en la luz plomiza igual que latón...
Jace.
Clary estaba ya afuera de la furgoneta antes de darse cuenta siquiera de lo que hacía, corriendo calle abajo en dirección a la iglesia, mientras Luke, la llamaba a gritos. El enorme edificio parecía oscilar en lo alto, con una altura de centenares de metros, convirtiendo en un precipicio vertical de piedra. Jace ya estaba al borde del tejado, mirando abajo, y Clary pensó: "No puede ser, él no lo haría, no haría esto, no Jace", y entonces este dio un paso al vacio con la misma tranquilidad que si descendiera de un porche. Clary lanzó un sonoro chillido mientras el caía a plomo.
Y aterrizaba suavemente justo frente a ella, con las rodillas ligeramente dobladas. Clary le miró boquiabierta mientras él se enderezaba y le sonreía burlón.
–Si hiciera un chiste sobre dejarme caer por aquí–dijo– pensarás que soy muy poco original?”
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“–No, siempre he sabido exactamente quien eres. Desde la primera vez que te vi bajando del barco procedente de Idris, cuando tenía diez años; te metiste en mi corazón igual que hicieron mis propios hijos cuando nacieron–meneo la cabeza–. No puedes comprenderlo. Nunca has sido padre. Uno jamás ama nada como ama a sus hijos. Y nada puede hacerte enfadar más.”
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“–Te equivocabas al decir que nunca te canté–dijo ella–. Es solo que nunca me oíste.”
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“En aquellos momentos estaban sobre el puente, y Clary miró al río, sosteniendo el café entre las manos pensativamente. Nunca se cansaba de aquella vista, la estrecha manga de agua entre las altas paredes de Manhattan y Brooklyn. Centelleaba bajo el sol igual que el papel de plata. Se preguntó porque nunca había intentado dibujarlo. Recordaba haber preguntado a su madre en una ocasión por que nunca la había usado a ella como modelo, por que nunca había dibujado a su propia hija.
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“De pie entre dos de los candelabros encendidos, con la luz proyectando un pálido baño dorado sobre sus cabellos y su rostro, parecía la pintura de un ángel. A Clary se le contrajo el corazón–.Vienes o no?–le soltó él, sin sonar nada angelical.”
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“Un par de hombres lobo ocupaban otro reservado. Comían piernas crudas de cordero y discutían sobre quien ganaría en una pelea: Dumbledore, el mago de los libros de Harry Potter o Magnus Ane.
–Dumbledore vencería sin duda–Decía el primero–. Tiene esa pasada de la Maldición Asesina.
–Pero Dumbledore no es real–Indicó el segundo licántropo con agudeza.
–No creo que Magnus Bane sea real tampoco–se mofó el primero–. Le has visto alguna vez?”
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“Clary recordó una vez, cuando tenía cuatro años, que estaba en la playa llorando porque se había levantado el viento y le había derribado el castillo que había hecho. Su madre le había dicho que podía hacer otro si quería, pero eso no la había hecho parar de llorar porque había descubierto que lo yque había pensado que lo que era permanente no lo era, sino que estaba hecho de arena que se deshacía al contacto con el viento o con el agua.”
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