Título: “El Tributo.”
Serie: “Un Cuento de Hadas Moderno: libro 1.”
Título Original: “Tithe: A Modern Faerie Tale”
Autora: Holly Black.
Año de Publicación: 2002.
Género: Fantasía.
Kaye es una adolescente desarraigada que viaja de aquí para allá con su madre, una cantante mediocre con ansias de celebridad. Kaye no es una chica como las demás. Sus amigos opinan de ella que es un poco rara, y a menudo no encuentran explicación a las cosas misteriosas que le suceden. Cuando era pequeña, Kaye recibía la visita de las hadas y otros duendes, aunque ahora, años después, cree que todo aquello sólo fue fruto de su imaginación.
Un día, inesperadamente, las hadas vuelven a llamar a su puerta, necesitan ayuda. La Corte Oscura va a llevar a cabo El Tributo: el cruel sacrificio de un humano bondadoso. Si lo consigue, las hadas solitarias perderán su libertad durante siete años. El equilibrio del universo mágico peligra. Pero ¿por qué acuden a ella? ¿Qué tiene de especial? Kaye descubrirá que la realidad que conocía no era más que un espejismo.
El Tributo: Un cuento de hadas Moderno, es el primer libro de la maravillosa trilogía que ha causado revuelo en el mundo juvenil adicto a la lectura.
El tributo es una historia llena de criaturas que solo existen en los cuentos o historias que se usan para asustar a los niños en las noches, ahí es donde entre Caye, una chica que no le han leído sobre estas criaturas, sino que las ha visto y pasado el rato con ellas. Pero sus amigos la abandonan cuando ella abandona, junto con su madre, el hogar de su abuela, para salir en la búsqueda de un sueño y que de la noche a la mañana se encuentra cautiva por una reina malvada para sacrificarla.
Caye es una chica de dieciséis años que a vivido su vida prácticamente como una marginada, y no solo por su estrambótica apariencia –ya que es rubia con rasgos japoneses– sino también porque desde pequeña, seres mágicos le hacían compañía y la hacían cómplices de sus aventuras.
Pero esto había sucedido cuando era pequeña, ahora, en plena adolescencia, ella sigue creyendo en sus amigos, solo que estos, la abandonaron mucho tiempo atrás. Ahora Caye, se la pasa de bar en bar –ya que su mamá es una cantante de poco éxito– cuidando a su mamá y sosteniéndole el cabello, cuando tiene que vomitar.
Y por cosas del destino, Caye vuelve a Jersey, donde vive su abuela y donde sus amigos mágicos la visitaban, y ahora está dispuesta a recuperar la amistad perdida.
Pero las cosas se tornan extrañas y enigmáticas cuando ayuda a Roiben, un caballero de la Corte Oscura, a sacarse una flecha de hierro en el corazón.
Después de persistir, Caye logra contactar a sus viejos amigos Spike y Luttie–loo, pero al parecer ellos solo la buscaron para cumplir sus planes, ya que cada siete año, la Corte Oscura, ofrece un sacrificio humano a todas las criaturas libres, para que se sometan al mando de la corte Oscura; y al parecer La Reina de la Corte Oscura, Nicnevin, Quiere pagarle el favor a Caye por salvar a su caballero ofreciéndola como sacrificio.
Y como si la situación no se pudiera complicar mas, Caye empieza a desarrollar fuertes sentimientos por Roiben que llegó a ser de algún modo la persona que puso su vida de tal manera y además se da cuenta, que la vida de la que ella goza, le fue robada a alguien mas.
El Tributo, es el primer libro de hadas que leo en mi vida, aunque si he leído libros de vampiros donde algunos personajes son hadas, – lo único que sabía era que no podían tocar hierro– y bueno, me ha encantado el mundo de las hadas, su magia y la manera de cómo los cuentos para niños, no son tan alejados de la realidad.
Bueno, la cosa es que este libro fue una gran apertura sobre historias y criaturas hasta ahora desconocidas para mí y una excelente primera de una trilogía que promete otras dos secuelas aún mejor que la primera.
Creo que nunca lo he mencionado, pero me encantan las narraciones en tercera persona, por varios motivos: primero porque la narración se abre en muchas ocasiones a diferentes personajes, la segunda porque se narra lo que piensa y ve un personaje. Y tercera, porque la descripción de detalles es mucho más profunda que en otro tipo de narraciones.
Bueno, Caye es una buena chica, pero me parece algo raro que a sus dieciséis años, aún actúe como una niña que aún esta buscando a sus pequeños amiguitos de la infancia, ya madura Caye Hahaha... aunque ella hace parte de ese mundo y todo, pero al principio me parece algo raro.
Y mi personaje favorito Roiben –XD Hahaha claro! El chico guapo– un guardián de la Corte Oscura que antes servía a la corte luminosa, hasta que La Reina Luminosa lo cedió a Nicnevin. Él es rudo y cruel, pero para hacerlo mas perfecto, de un corazón bueno oculto bajo una capa de piedra –Justo lo que amamos.
La parte en la que Caye se da cuenta de lo que realmente es, es algo sorpresiva! Era algo que no me esperaba.
Bueno, esto es todo por ahora, lo que sigue ahora es leer la segunda entrega de esta buena trilogía, la cual al parecer tiene otros protagonistas.
Que lo disfruten!
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1
“–¿Cuál es tu nombre completo?
Kaye no sabía a ciencia cierta lo que había hecho. Sólo era consciente de que estaba obligando a Roiben a hacer algo que él no deseaba, y con eso le bastaba.
Los ojos de Roiben se nublaron por la furia que sentía.
–Rath Roiben Rye. Espero que el nombre sea de tu agrado.
Los ojos de Kaye se encogieron.
–Bonito nombre.
–Eres demasiado lista. Demasiado lista para tu conciencia, creo yo.
–Bésame el culo, Rath Roiben Rye.
Entonces, inesperadamente, Roiben agarró a Kaye el brazo antes de que ésta pudiera reaccionar. La empujó con fuerza hacia delante e hizo exactamente lo que Kaye le acababa de decir.
El tiempo pareció avanzar a cámara lenta mientras Kaye resbalaba por el suelo. Roiben se puso en pie de un salto y los comensales, estupefactos, se quedaron mirando fijamente la escena. Kenny intentaba salir del reservado.
Roiben se mantuvo de pie por encima de Kaye y habló con voz monocorde.
–Tal es la naturaleza de la servidumbre, Kaye. El siervo sigue literalmente las órdenes que recibe, no es un ser inteligente. Ten cuidado con lo que dices.”
2
“Kaye notó el cambio de expresión de éste cuando miró a su señora. La devoción que demostraba sorprendió en gran medida a la muchacha, pues recordaba a la mirada de
un perro que se hubiera vuelto salvaje pero que aún deseara la suave caricia de la mano de su amo.
Kaye pensó en el tapiz de la habitación de Roiben, en lo que él había dicho y lo que había silenciado. Entonces, entendió por qué Roiben se había apartado de los besos de Kaye; debía de haber mantenido vivo el amor por su Reina, con la esperanza de volver a verla algún día. Kaye había estado ciega, se había dejado llevar por sus deseos y no había caído en la cuenta de aquella circunstancia.
Cuando Roiben se hincó de rodillas, Kaye sintió alivio por poder arrodillarse a su lado; al inclinar la cabeza tuvo la oportunidad de ocultar el dolor que su rostro reflejaba.”
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