1
“-¡Pero por todos los cielos… ¡son magos! ¡Pueden hacer magia! ¡Seguramente pueden conjurar... bueno... ¡cualquier cosa!
Scrimgeour se volvió lentamente e intercambió una mirada de incredulidad con Fudge, quien pudo manejar su sonrisa esta vez al tiempo que decía amablemente:
-El problema es que el otro lado también puede hacer magia, Primer Ministro.
Y con eso, los dos magos caminaron uno detrás del otro hacia las llamas verdes brillantes y desaparecieron.”
2
“Hermione dio golpecitos en los hombros de Hagrid, sin saber qué decir. Harry sabía cómo se sentía ella. Él sabía que Hagrid trataba a un fiero bebé de dragón como un osito de peluche, le había visto cuidando a Escregutos gigantes con ventosas y aguijones, intentado razonar con ese brutal medio-hermano Gigante, pero ésta era quizás el más incomprensible de sus monstruosos gustos: la parlante araña gigante, Aragog, que moraba en lo profundo del Bosque Prohibido y de la que Ron y él habían escapado por poco cuatro años antes.”
3
“- La biblioteca esta cerrando - dijo - Deben devolver cualquier cosa que se les haya prestado al... ¡¿Qué has estado haciendo muchacho depravado?! –
- ¡No es de la biblioteca, es mío! -- contesto rápidamente Harry quitando de la mesa su copia de haciendo pociones avanzadas al momento ella arremetía al libro con su mano como de garra.
- ¡Mal educado! - siseo ella - ¡Profano, sucio!-
-¡Sólo es un libro con anotaciones! – dijo Harry, soltándose de un tirón.
Ella se veía como si le fuera a dar un ataque; Hermione, quien había guardado rápidamente sus cosas, tomó arrebatadamente a Harry por el brazo y lo alejó a zancadas.
- Podría prohibirte entrar a la biblioteca si no tienes cuidado. ¿Por qué tenías que traer ese estúpido libro?
- No es mi culpa que ella este gritando como loca, Hermione. ¿O estas pensando que ha escuchado por casualidad que has sido descortés con Filch? Siempre he pensado que podría haber algo entre ellos...”
4
“Hagrid se calló, como si el pensamiento fuera demasiado horrible como para decirlo en voz alta. Harry caminó a su lado, mientras sentía múltiples dolores y molestias en su cara y sus piernas, donde las muchas maldiciones de la última media hora le habían alcanzado, aunque los percibía de una forma extrañamente despegada, como si fuera otra persona cercana quien sufría. Lo que sí era real, de lo que no podía escapar, era del horrible peso que sentía en su pecho...”
5
“Harry oyó el gemido dolorido y conmocionado de Hagrid, pero no se detuvo, se adelantó despacio hasta que alcanzó el lugar donde estaba tendido Dumbledore y se agachó a su lado. Sabía que no había esperanza desde el momento en que la Maldición Petrificus Totalis que Dumbledore había echado sobre sí mismo se desvaneció, sabiendo que eso sólo ocurría cuando el mago que la había lanzado moría, pero de todas formas no había forma de sentirse preparado para verle allí, con el cuerpo extendido como las alas de un águila, roto… el mago más grande que Harry había conocido o que jamás conocería.
Los ojos de Dumbledore estaban cerrados pero excepto por el extraño ángulo que formaban sus brazos y piernas, podría haber estado dormido. Harry alargó la mano hacia él enderezando los anteojos con forma de media luna sobre la nariz torcida y limpió una salpicadura de sangre de la boca con su propia manga. Entonces miró más fijamente al anciano y sabio rostro e intentó absorber la enorme e incomprensible verdad: que Dumbledore nunca volvería a hablarle, que nunca más podría ayudar…”
6
“Automáticamente, sin ser realmente consciente de lo que hacía, Harry tiró del pedazo de pergamino, lo abrió y lo leyó a la luz de las muchas varitas encendidas que tenía detrás.
Al Señor Oscuro.
Sé que llevaré mucho tiempo muerto cuando leas esto, pero quiero que sepas que fui yo quien descubrió tu secreto. He robado el auténtico Horcrux e intentaré destruirlo lo antes posible.
Me enfrento a la muerte con la esperanza de que cuando te planten cara serás mortal una vez más.
R. A. B.
Harry no supo qué significaba el mensaje, pero le dio igual. Sólo una cosa tenía importancia: que éste no era un Horrocrux. Dumbledore se había debilitado a sí mismo al beber esa terrible poción por nada. Harry estrujó el pergamino en su mano y sus ojos ardieron con lágrimas mientras, tras él, Fang comenzó a aullar.”
7
“En algún lugar en la oscuridad, un ave Fénix estaba cantando de una manera que Harry nunca había oído antes: un lamento afligido, de belleza terrible. Y Harry sintió, como se había sentido antes acerca de la canción del ave Fénix, que la música estaba dentro de él: su propio pesar estaba convirtiéndose mágicamente en canción, que resonaba en los terrenos y a través de las ventanas del castillo.”
8
“-Dumbledore, se ha ido – susurró el Sr Weasley, pero la Sra Weasley solo tenía ojos para su hijo mayor, empezó a sollozar, las lágrimas cayendo sobra la cara mutilada de Bill.
-Por supuesto, no importa cómo se vea...no es r-realmente importante...pero era un muchacho muy guapo...siempre tan guapo...y el iba a casarse-
-¿Y que quiegue decig con eso? – dijo Fleur súbitamente en voz alta - ¿Qué quiegue decig iba a casagse?
La Sra Weasley levantó la cara llena de lagrimas mirándola sobresaltada.
-Bueno...solo que...
-Usted piensa que Bill ya no va a quegueg casagse conmigo? – Preguntó Fleur - ¿Usted piensa que pog esas mogdidas ya no me amagá?-
-No, eso no es lo que yo...-
-Pogque el lo hagá – dijo Fleur alzándose en toda su estatura y echando atrás su largo cabello plateado. – Tomagá más que un Hombge lobo paga que Bill deje de amagme.-
-Bien, si, estoy segura – dijo la Sra Weasley – pero pienso que quizás dado como-como el...
-¿Usted piensa que yo no queguia casagme con el? O quizás ¿Usted lo espega? – Dijo Fleur con las fosas nasales dilatadas - ¿Qué me importa como se vea? Yo soy bonita lo suficiente paga nosotgos dos, cgeo. ¡Todas esas magcas muestgan que mi esposo es bravo! Y yo hague eso – dijo fieramente, empujando a la Sra Weasley a un lado y arrebatándole el ungüento.
La Sra Weasley cayó hacia atrás, contra su esposo y miró a Fleur mientras untaba las heridas de Bill, con una expresión curiosa en su cara. Nadie dijo nada. Harry no se atrevió a moverse, como todos los demás estaba esperando la explosión. -Nuestra tía abuela Muriel – dijo la Sra Weasley después de una larga pausa – tiene una muy hermosa tiara, hecha por los duendes, estoy segura que podría persuadirla para que te la preste para la boda. Ella está muy encariñada con Bill, tú sabes, y quedaría encantador con tu pelo.-
-Ggacias - dijo Fleur rígidamente – Estoy seguga que segá adogable.-
Y entonces, Harry casi no vio lo que pasó, ambas mujeres, estaban llorando y abrazándose. Completamente perplejo, preguntándose si el mundo se había vuelto loco, dio media vuelta: Ron parecía tan pasmado como él, y Ginny y Hermione intercambiaban miradas sobresaltadas.”
9
“Hagrid iba caminando lentamente hacia el pasillo entre las sillas. Estaba llorando en silencio, su cara estaba llena de lágrimas, y en sus brazos, envuelto en un terciopelo morado con estrellas doradas, lo que Harry sabía era el cuerpo de Dumbledore. Harry sintió una punzada en la garganta al verlo, por un momento pareció que la extraña música y el saber que el cuerpo de Dumbledore estaba tan cerca, le quitaba el calor al día. Ron se veía blanco y en shock. Las lágrimas rodaban rápidamente por las mejillas de Ginny y Hermione.”
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